El placer es el mejor de los cumplidos
Cocó Chanel
I
Al fin he podido subir las fotos que me has solicitado por Be2. Te he adjuntado dos; ahora estoy seguro que las podrás ver y espero que no te defrauden. Si te defraudan me has demostrado ser una mujer muy inteligente como para saberme decir: no eres mi tipo, no coincides con mis intereses o cualquier otra cosa que ponga punto y final a una relación tan intensa. No creo que me rechaces. Insisto en que yo me siento muy cómodo por la forma que tienes de hablarme: me encanta, me sugiere, me incita. Todo eso ha permitido que lo nuestro avance al máximo, dado el poco tiempo y la falta de medios. Espero tus respuestas, tu información, tus latidos, la vibración de tu ser completo.
II
Mira lo que he escrito para ti. No soy poeta, pero me inspiras. Alguno dirá que lo escribió o lo cantó antes, pero no le creas: lo pensé sólo para ti.
Esta mujer, que sueño desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que me alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan.
Esta mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para mis manos,
para los labios es casi un destino.
Esta mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia que me enciende;
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente.
Esta mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.
Espero que te guste. Del pecado lo mejor es la perseverancia.
III
- No te engaño. Todavía no te conozco y estoy seguro que, si tenemos ocasión de vernos en persona, advertirás que todo es así, sin trampa ni cartón. Tu foto, de ojazos y sonrisa amplia impresa en una piel donde apetece perderse, me lleva a presentarme desnudo delante de ti. Para los no creyentes como yo, no existe la Providencia, sólo el azar o la necesidad. Quiero que esta rueda siga girando hasta que nos encontremos.
- Cuando leí tu nombre de usuaria me acordé de Paulina Rubio, la chica dorada, 24 kilates, mexicana, inspiradora, la mujer dueña de sí misma, devoradora de hombres, talentosa, guerrillera, independiente, creativa, sensual. No sé si eso tiene algo que ver con el uso que tú le das, o es una simple intuición mía, sin más soporte que echar la imaginación a volar. Espero encontrarlo todo.
IV
- Muchas gracias por responder antes de marchar. Es cierto que había buscado primero en mi móvil y después en el ordenador de casa tu correo y no lo había hallado; eso me había movido a plantearme miles de hipótesis que es lo que se me da. No tengo la menor duda que eres inspiradora, al menos a mí me lo has parecido desde tu primera foto y respuesta, y yo no voy a estar equivocado. Aunque no sé exactamente cuándo es tu cumpleaños, te envío, a modo de regalo, otro poema, esta vez de Ángel González para que así lo vayas conociendo:
Alga quisiera ser, alga enredada,
en lo más suave de tu pantorrilla.
Soplo de brisa contra tu mejilla.
Arena leve bajo tu pisada.
Agua quisiera ser, agua salada
cuando corres desnuda hacia la orilla.
Sol recortando en sombra tu sencilla
silueta virgen de recién bañada.
Todo quisiera ser, indefinido,
en torno a ti: paisaje, luz, ambiente,
gaviota, cielo, nave, vela, viento…
Caracola que acercas a tu oído,
para poder reunir, tímidamente,
con el rumor del mar, mi sentimiento.
- Espero que regreses pronto para comenzar a planificar nuestro encuentro ya fuera de esta plataforma que en algún momento suprimiré pues me tiene verde: me inunda de correos no deseados y creo que mi privacidad es nula. Entiendo que desconfíes, pero no te tardes.
V
De todos modos, te diré por qué no me percibes muy bien en ninguna de las dos fotos, es que tengo el tabique nasal desviado y nunca he sentido la necesidad de operármelo para ponerlo recto. Si eres partidaria de la perfecta simetría sentiría mucho perder tu contacto, pero me parece que algo que ha nacido de modo tan singular, se perdiera, pero lo entendería perfectamente, cada uno tiene derecho a exigir lo que quiera. No me gustaría perder este mágico hilo que nos va enredando. Creo que deberíamos poder tener la oportunidad de conocernos en persona en el momento oportuno. Cuéntame cosas de tu vida pasada, presente o futura, ahora todo me interesa porque habla de ti. Gracias por buscarme. No sé si debería decirlo, pero necesito verte ya.
¿A dónde quieres ir? Dime el sitio y la fecha; yo me encargo de lo demás.
La muerte hay que mirarla cara a cara.
VI
- Hace una tarde oscura y algo lloviznante, impropia de mi ciudad, pero característica de un septiembre que tiene que dar paso al otoño. En tardes como ésta se añora especialmente la compañía, son tardes donde sale lo más íntimo de cada uno, de películas compartidas e incluso de lectura compartida. Creo que una de las cosas más bellas es que alguien te lea y tú le devuelvas la lectura. No pasa nada y todo pasa al mismo tiempo. Nunca imaginé escribir así a una casi desconocida, sin saber el impacto de mis palabras en su interés, sin saber si estoy en un camino a ninguna parte. Quiero que sepas que hoy con la lluvia y ayer con un sol radiante me acuerdo de ti, como si te conociera desde siempre, como si te hubiera visto cuando entré a comprar mi primer libro de poesía hace cuarenta y tantos años. Ya estás en mi recuerdo. Y en mi futuro.
- Con lo que me escribiste, me he permitido materializar nuestro encuentro: Hotel Palacio de San Esteban. Pasearemos por la Plaza Mayor. Descubriremos lugares cautivadores. Te espero en la estación.
- El dormir no quiere prisa.
- VII
- Nuestro camino se ha ido llenando de pisadas, unas detrás de otras, sin que indiquen que alguien se adelanta y el otro se retrasa. Hay tan poca distancia entre ellas que casi se solapan. Tu pisada firme y segura, la mía más dubitativa pero directa; un camino único, en este recuadro blanco llamado respuesta, que a duras penas consigue contener ese río que va aflorando tratando de encontrar su cauce. No me preocupa el cauce; si me fío me fío. No me gustan demasiado las reglas, pero me preocupa no ser delicado, meter la pata, no explicarme bien, herirte sin pretenderlo. Todo eso tendrá cura inmediata en el face to face. Hay cosas en ti, en tus expresiones que me llevan a las nubes, me refiero a tu forma de iniciar, sugerir e invitar. Lo haces de un modo tan maravilloso que ascendería colgado de ese globo sin más garantías que un puñado de palabras. Una palabra tuya bastará para sanarme. Si pudieras verme al leer tus correos, observarías a este eterno adolescente con su sonrisa de oreja a oreja, teñida incluso de rubor; una sonrisa como telón alzado de un primer Acto. Me resisto a dejar este camino aunque sea sólo para el sueño. El sueño forma parte de nuestro camino.
- No quiero parecer potro desbocado, pero ya cuento hasta los segundos.
- VIII
- Podría parafrasear algo que leí una vez: Paulina soy y a Paulina adoro y en Paulina creo y a Paulina amo.
-
- IX
Quizá éste será un mensaje sin destino, o te causará risa como todos los anteriores. ¿Por qué me dejaste cuando yo pronto te iba a dejar? No creas que me vaciaste. No está vencido sino el que cree estarlo.