Nos quedamos sin país

Los que cada mañana suspiran frente a su espejo para que este les insufle esperanza, los que dicen “No lo digas, que se cumple” o los que confían que el milagro ocurrirá, por favor no sigan leyendo. Se lo voy a agradecer, porque no quiero contribuir con su desaliento. Pero los que aún creemos en…